¿Es Jesús en realidad mi Señor?
- elugarsecretoblog
- 10 sept 2018
- 5 Min. de lectura
Hay una brecha muy grande entre decir "Jesús es mi Señor" a que en verdad lo sea.

Repetir algo con frecuencia no quiere decir que sea una verdad en tu corazón; yo puedo decir con frecuencia en las mañanas: ¡Buenos días! por pura costumbre y realmente no sentirlo, puedo decir ¡Te quiero mucho! por puro compromiso; y hasta decir, ¡Dios te bendiga! sin de verdad desearlo. Y esto se debe a que vivimos dentro de un sistema de muchos "formalismos, muletillas y costumbres"
Lo mismo puede ocurrirnos cuando decimos al final de nuestras oraciones -" ¡En el nombre del Señor Jesús!"- y no tener la mas mínima revelación y profundidad de lo que esto significa. Es triste decirlo y duro de asimilar; pero la realidad es que la mayoría de la "información cristiana que tenemos en nuestra mente" es solo eso, ¡Mera información! Pues, nos hemos conformado a "saberla" y olvidado por completo la importancia de escudriñar las Escrituras hasta que estas se vuelvan verdades eternas hechas vida en nosotros y sean la base de los cimientos de nuestra fe.
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquél día;"Señor, Señor, ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros? Entonces les diré claramente: "Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!"Mateo 7:21-22
Es por esta razón que quiero escribirte sobre esto que el Espíritu Santo a través de la Escritura me ha estado hablando; tengo que decirte que no fue para mi fácil de asimilar y me llevó a examinar por completo los cimientos de mi fe.
Al leer Mateo 7:21 muchas veces lo relacionamos con el hecho de que quizá hay unos que ciertamente no son de El, y que al final de los días será revelado quienes si son de Cristo y quienes no; y que al final no importará que tanto hicimos; sino más bien si cumplimos su voluntad.
¿El realmente es tu Señor?
Pero yo hoy quiero ir más profundo. Al estar estudiando esta palabra, como mencioné, me di cuenta de algo terrible; ¡Me di cuenta que realmente no entendía lo que significaba que el sea mi Señor! El Espíritu Santo comenzó a confrontarme y a revelar a mi corazón, como en realidad el decirle ¡Señor Jesús esto! ¡Señor Jesús lo otro! Era parte de una rutina, un sello religioso y formalismo cristiano aprendido; ¡Era todo! Menos una revelación real del Señorío de Jesucristo en mi vida. ¡Decía para todo "Señor Jesús", pero mi vida y mis frutos no revelaban una sumisión, obediencia y reverencia total ante el señorío de Cristo; pues aún encontraba en mi permisos hacia mi carne,caprichos, vanidades y hasta quejas! ¿Te sientes identificado?
En pocas palabras, le decía Señor a Alguien a quien en realidad no estaba sujeta en cada área de mi vida. De un momento a otro me di cuenta que estaba igual que estos tipos en Mateo 7;21 ¡No todo el que diga Señor, Señor será salvo!, esto me rompió el corazón.
Para que entiendas un poco mejor la profundidad y urgencia de entender esto y examinarnos, quiero compartirte las siguientes definiciones que encontré en el Diccionario de la Real Academia Española, (al leerlas te pido que medites unos minutos en ellas):
Señor: Persona que manda como dueño y con mucha autoridad, poseedor, persona con predominio sobre otras personas, ser el principal que tiene poder efectivo en algo.
Esclavo: Carece de libertad porque esta bajo dominio de su señor, sometido rigurosamente a un deber, rendido, obediente, está siempre aplicado
Después de leer esto... ¿Sigues creyendo que realmente Jesús es Señor y Rey en tu vida?
Estas son solo definiciones humanas, sombra muy pequeña de las verdades eternas, ¡Pero cuanto nos enseñan! Cuando hablamos de "Señor" hablamos de alguien que puede hacer lo que le plazca con su esclavo; y no te sorprendas al oír "esclavo" pues, por pura lógica cuando consideramos a alguien nuestro Señor; nos estamos reconociendo como esclavos y servidores Suyos.
Entonces volviendo a las definiciones y relacionandolas al tema podemos preguntarnos:¿Realmente Jesús es dueño de mi vida; en tanto que someto mis deseos y privilegios ante su Señorío?
¿Está mi voluntad sometida de manera obediente y firme para el cumplimiento de su voluntad?
¿Es en realidad mi Señor, de tal manera que puedo abandonarme a El mismo aunque eso signifique no tener una "vida plena" aquí en la tierra?
¿Es Jesús mi Señor de tal manera que estoy dispuesto a obedecer hasta derramar mi sangre por causa de Su nombre?
Es importante hacernos estas preguntas y entender que hay una brecha muy grande entre decir "Jesús es mi Señor" a que en verdad lo sea.
¿Si Jesús no es mi Señor, entonces quién lo es?
-Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado- respondió Jesús- Juan 8:34
Si no estamos sometidos en realidad al Señorío y autoridad de Cristo de manera total y absoluta, eso significa que El no es nuestro Señor; pero el que no sea nuestro Señor, no significa que no tengamos un dueño, un señor que rige nuestras vidas, impulsos y motivaciones.
Cuando nuestro pecado, queja, voluntad y deseos personales siguen gobernándonos, somos parte los que siguen bajo el señorío de satanás.
Pues solo aquel que tiene a Jesucristo como Señor total de su vida ya no vive para sí mismo sino que Cristo vive en El, con toda su autoridad y gloria; seguirá batallando con el pecado y la tentación mientras esté en la tierra pero correrá rápidamente en obediencia hacia Su Señor.
-Que no seamos hallados dentro de las filas de aquellos que creyeron conocerle y servirle, pero jamás lo hicieron, sino que se quedaron maravillados por los beneficios y emociones del "caminar Cristiano", pero nunca entendieron lo que significa tener a Jesús como Señor y caminar en obediencia bajo su Señorío.
"Espíritu Santo, gracias por hablar a nuestros corazones hoy, gracias por quitar el velo de la religiosidad que nos cubría de un falso conocimiento hacia Tí; gracias por el privilegio de escucharte y conocerte a la luz de tu Santa Palabra; perdónanos por la falta de entendimiento hacia tus verdades eternas. Jesús en esta hora nuestro único deseo es que seas nuestro Señor, que vengas y gobiernes cada área de nuestras vidas y estas puedan estar sujetas a ti para gloria de tu nombre; pastoreanos y guíanos a tu corazón; que la constante revelación de Jesucristo como nuestro Señor sea grabada en nuestros corazones eternamente; y así mismo podamos entender como es que debe de responder un esclavo que ha sido alcanzado por gracia y paz en obediencia y en amor constante hacia a Ti. Amén"
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