Fe en acción
- elugarsecretoblog
- 19 ago 2018
- 4 Min. de lectura
No hubo nada que Rahab retuviera para sí misma, lo entregó todo.

Basado en Josué 2:1-24
En la Biblia hay innumerables historias de la misericordia de Dios, de cómo aún el peor de los pecadores recibe salvación sólo por gracia. Rahab es un gran ejemplo para mi, me reta a expandir mi fe.
Un interesante significado
Mucho investigué sobre el significado del nombre de “Rahab”, me parece que el nombre dice mucho cuando quieres estudiar más profundamente las Escrituras, encontré que en la Biblia se menciona el nombre de un lugar con el mismo nombre que la mujer de Jericó, ambos tienen la misma fonética (suenan idéntico) pero tienen significados diferentes.
La ciudad traducida al español como Rahab, la asocian con el dragón de la oscuridad y el caos, lo comparan a Leviatán y también es figura de Egipto. Pero el nombre que nos interesa por ahora es el de esta mujer, que escondió a los espías enviados por Josué, significa: ancha, espaciosa. Interesante, ¿verdad?
Conociendo a Rahab
La Biblia menciona que Rahab era una prostituta cananea, probablemente también era comerciante (¿recuerdas que escondió a los espías en unos manojos de lino? Pues estos se usaban para hacer tela), tenía una casa donde era común que entraran y salieran hombres, quizá no tenía tan mala fama, vivía en una ciudad corrompida, los pecados de Jericó habían llegado al colmo y Dios decidió exterminarlos después de muchos años de tenerles paciencia.
Cuando Josué envió a los espías a explorar la tierra llegaron a la casa de esta mujer, ellos fueron en busca de información; pero se encontraron con la inigualable fe de una cananea. Rahab no había sido instruida en la ley de Moisés, ni había visto todas los maravillas que Dios había hecho para sacar a Israel de Egipto, ni cómo habían derrotados a los otros reyes, pero todo esto había llegado a sus oídos. Me atrevo a decir que aquí comenzó su fe (tal como lo dice Rom. 10:17).
Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Dios.
La Biblia no detalla cómo fue que Rahab creyó en el Único Dios, pero me encanta cómo redacta la conversación que tuvo con los espías, es una hermosa declaración de un pecador que sabe su condición sin Dios y de cómo entiende que necesita ser salvado: “y les dijo: —Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra, y por eso estamos aterrorizados; todos los habitantes del país están muertos de miedo ante ustedes. Tenemos noticias de cómo el Señor secó las aguas del Mar Rojo para que ustedes pasaran, después de haber salido de Egipto. También hemos oído cómo destruyeron completamente a los reyes amorreos, Sijón y Og, al este del Jordán. Por eso estamos todos tan amedrentados y descorazonados frente a ustedes. Yo sé que el Señor y Dios es Dios de dioses tanto en el cielo como en la tierra.” Josué 2:9-11 NVI-E
"Ella sabía que estaba en el pueblo enemigo de Dios y que sería destruida, su única alternativa era dejar de ser cananea y pasar a ser israelita para salvarse, se necesita fe para creer que eso es posible, pero estaba dispuesta a abandonar su pueblo, sus creencias, su hogar y su manera de vivir con el solo hecho de ganar el favor del Único Dios."
No hubo nada que Rahab retuviera para sí misma, lo entregó todo.
Me sorprende cómo confió en lo que había escuchado acerca de Dios, y no encontró seguridad en las murallas de la ciudad, ni en su rey, ni en el ejército. Su única esperanza estaba en el Señor y Dios de los israelitas.
En una fe activa ella inmediatamente colgó en su ventana el cordón rojo que le dieron los espías, no esperó a que llegaran a su destino, ni que estuvieran marchando para atacar la ciudad, sino que rápidamente obedeció y dejó que ese cordón rojo fuera la señal de su salvación. Confió que sus padres y hermanos podrían ser salvados si se resguardaban bajo ese pacto. (Ah, ¡cuántos anhelo ver a toda mi casa resguardada por la sangre de Jesús!) Ahora entiendo por qué en Santiago 2:25 se pone a Rahab, por su fe, al lado del mismísimo Abraham; ella representa el pueblo gentil que habría de ser salvado de la misma forma que el pueblo judio, por su fe en la sangre de Jesús y sólo por gracia.
El nombre de Rahab nos dice mucho, ella extendió su fe, no se limitó ni fue escasa, le creyó a Dios y fue salvada junto a toda su familia. Y como la gracia de Dios no conoce límites, de sus generaciones nació Jesús, el Hijo de Dios que hoy nos da salvación si nos extendemos a creerle.
Oro porque cada hijo de Dios no se limite en su fe, porque seamos esa generación que le cree y veamos mover al Dios de Salvación en nuestra tierra. Oro porque nuestra descendencia a su vez, actúe en base a una fe viva e impacten a sus generaciones. “»Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará naciones, y poblará ciudades desoladas. »No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás más el oprobio de tu viudez. Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre es el Señor Todopoderoso" Isaias 54 2-4
Paulina García
Woow, me emociona ver cómo escribes y como lo vives! Transformas un texto en una película! Es admirable lo que hizo Rahab, creer, actuar, y esperar a que Dios haga su obra!!! Gracias Pau!